LA PRACTICA DE LA TERNURA
Aprender a tratarnos con ternura conlleva valorar nuestras emociones, reconocerlas y aceptarlas.
Nuestro método consiste en aprender a mostrarnos vulnerables. Aunque pueda parecer un signo de debilidad, la vulnerabilidad alberga una gran fortaleza. Durante la práctica de la ternura reconoceremos nuestras facetas, activando tres pilares fundamentales para el autocuidado: meditación, respiración, yoga y gestión emocional.
A lo largo del camino, aprenderemos a recibir amor (de nosotras mismas y del resto) y a ofrecer amor a todos los seres vivos, a dedicarnos tiempo y permitirnos vivir con suavidad, calma y autocuidado. Sin sentir vergüenza ni pedir perdón por ello.
Poner en práctica la ternura con nuestro ser genera seguridad. Cuando nos convertimos en hogar, nuestra paz interior repercute en el resto de seres vivos que nos rodean.
Rizoma Groove nace desde la convicción de que la ternura y la compasión hacia todos los seres puede cambiar el mundo. La práctica de la ternura busca convertirnos en hogar, abrazar nuestra vulnerabilidad y apreciar las propias fortalezas. Por eso, en la práctica de la ternura, la meditación, la respiración, el yoga y la gestión emocional se plantean como elementos centrales, ya que su combinación nos permite lograr, desde una mirada holística, el equilibrio, la fuerza y la disciplina necesarias para sanar nuestro ser.